IPFS Ricardo Valenzuela

Reflexiones Libertarias

Ricardo Valenzuela

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IT IS OVER?

REFLEXIONES LIBERTARIAS
IT IS OVER?
Ricardo Valenzuela

"Is not over until is over," suele afirmar el filósofo del béisbol y una de sus leyendas, Yogi Berra. El TRIFE, ha terminado la crisis política sujetando al país los últimos dos meses y, haciendo uso de su derecho constitucional, declara: 1) Felipe Calderón tuvo mayor votación que AMLO. 2) La elección es legalmente válida. 3) El presidente electo se llama Felipe Calderón. Pero, ¿en realidad is over? Pregunto, porque veo las tribus de AMLO se rehúsan a lavar de sus rostros la pintura de guerra, y tampoco callan sus tambores de combate.

Yo pienso que, ni el mismo Yogi Berra podría entender cómo, ni el por qué, al caer el tercer out de la novena entrada, el equipo perdedor, después de largos alegatos con el umpire, cuando este, con el librito en la mano, decide en su contra, sencillamente se declara ganador. Pasa luego argumentar sus carreras anotadas valen por dos, a ellos, en lugar de tres outs, se les deberían de haber hecho cinco, el público hizo trampa, su cuarto bat fue sobornado y, si no es así, se anule el partido para efectuar otro de acuerdo con sus reglas.

It is over AMLO ¿No es posible que lo entiendas? y si ahora quieres expropiar los bats, los guantes y las pelotas, llévatelos pero, por el amor de Dios, despeja el campo y abandona el estadio con ese equipo que nada tienen de profesional. Se necesita el estadio pues ahora inicia el partido de campeonato y, para poder llevarlo a cabo, requerimos limpiar un campo que dejan peor que Bagdad, después de un ataque masivo de Al Zarqawi y su grupo de suicidas detonadores humanos.

El juego preliminar se terminó, "and this is a new ball game." Un juego en el que va de por medio mucho más que un campeonato, estará en juego la verdadera liberación de México y, tal vez, su propia sobre vivencia como el país que todos hemos conocido. Un país, aunque desarrollado y pobre, todavía ensamblado por un anémico concepto republicano, federal y, en especial, por esa palabra en boca de tiros y troyanos de la cual, todos afirman ser propietarios y le dan diferentes significados a su conveniencia; democracia.

Un país que ante el surgimiento de un líder carismático a quien, si bien del plato a la boca derramó el contenido, provocó se exhibieran las heridas que desangran la nación. Un grave síntoma que nos debe despertar y escuchar esa llamada para detenerla porque, si no lo hacemos, el herido se desangra y con él, ese concepto de nación republicana, federal y, tal vez, ese México que hemos conocido.

Un nuevo juego con un manejador debutante y ante una responsabilidad histórica. Felipe, mi felicitación por tu merecido triunfo en las urnas. Pero, especialmente, felicito a las noveles instituciones que demuestran el país, finalmente cuenta con las avenidas legales para proteger las voluntades populares bajo una sola tiranía, la tiranía de la ley. Una nación con estado de derecho y autoridades actuando de acuerdo a las facultades conferidas por las leyes, y cumpliendo rectamente con esas obligaciones otorgadas por la constitución.

Para ti Felipe, palabras de un mexicano que ama y añora su patria. El proceso que culmina con esta declaratoria, carga grandes lecciones y mensajes que, en estos momentos, flotan en el ambiente nacional. Tienes por enfrente una titánica tarea y, hacia donde dirijas la mirada, se debelan los pedidos angustiosos de cambio, reforma, rumbo distinto, pero todos apuntando hacia el clamor general que, en mi opinión es confuso, pero a la vez muy entendible: Combate a la pobreza. Un combate morando la boca de cuanto demagogo encontremos en todos los recintos, hasta arribar a la de ciertos cínicos empresarios estatistas aferrados a sus monopolios y tratos especiales.

Un combate librado, desde la independencia hasta nuestros días, con todas las armas equivocadas y, a pesar de sus amargos fracasos, con ciega soberbia rehusamos apuntar hacia otra dirección, mientras el pueblo se hunde en las profundidades de la miseria. Un combate que, cuando comandantes de ejércitos ajenos al establishment han intentado modificar las tácticas, son recibidos con saboteos, traiciones, bloqueos e, inclusive, magnicidios, mostrando su enfermiza renuencia para permitir el cambio y, así, mantener un status quo que solamente favorece a ellos. Ese es tu mayor reto Felipe, derrumbar esas barreras que nos aprisionan.

Durante el siglo XIX, perdimos la oportunidad de participar en la Revolución Industrial, histórico proceso que dividía a los países entre ricos y pobres. No abordamos el tren de Reagan y sus ocho años de vacas gordas. En esta ocasión, no perdamos la oportunidad de montarnos sobre la ola de la nueva revolución que transforma el mundo: La Revolución de la Tecnología, de la información, del capital intelectual y, sobre todo, la revolución de la libertad.

Y no debemos de inventar nada pues todo está ya inventado y probado. Dirijamos la mirada a países como Irlanda, Estonia, China, la India, España. Ello nos dirá que el nuevo presidente de México, no debe ser constructor, sino demoledor. Armado de pico y pala, se debe dar al derrumbe de nuestro muro de Berlín para liberar el potencial de los mexicanos. Pero nuestro muro es especial porque no lo conforman rocas ni ladrillos, lo amalgaman nuestras oxidadas ideas que lo hacen más poderoso. Ese muro formado por nuestra cultura.

El proceso histórico nos ha conducido a esta prisión que desemboca en un presente que nos asfixia. El presente de PEMEX, CFE, TELMEX, TELEVISA, TV AZTECA, el de un IMSS sin reservas, maestros guerrilleros y asaltadores, una burocracia que, en opinión del laureado premio Nobel, James Buchanan, es cinco veces mayor de lo que el país requiere. El presente que provoca, millones de mexicanos abandonen el país por falta de oportunidades. Un presente que nos hace depender y hasta presumir de los envíos de paisanos.

Pero, para tu tarea, Felipe, no requieres planos, sólo debes de consultar el índice de libertades económicas mundiales y, con claridad te dirá: A mayor libertad, mayor es la creación de riqueza y cuando sube la marea, todos los botes suben con ella. Te dirá también, por increíble que parezca, México, miembro del TLC, ocupa el lugar #63 y, por mas demagogia que aportemos al potaje, si no escalamos esa cima, como Irlanda o Estonia, hasta arribar a uno de los primeros diez sitios, el fracasado combate a la pobreza, seguirá siendo eso, un fracaso.

Y dentro de seis años, al terminar tu periodo, por favor no afirmes, "sin novedad en el frente pues todo está en calma." La gente espera novedades y muchas. Tú ya tienes las armas, ahora acude a esa cita con la historia, pues que ya te espera con impaciencia.

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